Como padres nos preocupamos por el desarrollo integral de nuestros hijos, normalmente nos enfocamos en la parte académica sin embargo debemos poner atención sus rasgos como personas sus capacidades o habilidades estas dependen de algunas características genéticas, pero también del ambiente que rodea a una persona. Una familia que conoce y estimula las cualidades de sus integrantes, favorece que se desarrollen y los ayuda a formar una autoestima positiva.
No basta con conocer y aceptar las capacidades que cada uno o una tiene. Se requiere de esfuerzo, voluntad y perseverancia para desarrollarlas al máximo. Estas capacidades, si son incentivadas de forma adecuada, se van desarrollando a medida que el niño o niña crecen.
Aunado a esto es importante enseñarles a convivir a llevarse bien con los demás: es decir que se forme con los valores que facilitan la convivencia, como la amista, la solidaridad, la generosidad, la honestidad y el optimismo.
En el hogar se inicia la educación que permitirá al niño y la niña ser una persona integran que participe provechosamente en la sociedad. Si el niño y niña viven con adultos que los quieren y se lo demuestran, los tomaran como modelos y aceptaran sus sugerencias de conductas
Comments